Comillas registró sus primeros poblamientos en la prehistoria, como demuestran las cuevas de la Meaza con pinturas rupestres paleolíticas de hace 14.000 años. Fueron descubiertas en 1907. También se han hallado en su territorio yacimientos arqueológicos de un castillo medieval en Peñacastillo.
De épocas posteriores y perfectamente integrado en su entorno, el cementerio (ubicado sobre las ruinas de una iglesia del siglo XV) constituye uno de los símbolos más peculiares, presidido por la sobresaliente escultura modernista de Llimona: «El Angel».
La plaza vieja, la iglesia parroquial y algunas casas del centro de la villa son una excelente muestra de arquitectura popular del siglo XVIII. El impulso que el marqués de Comillas dio a su villa natal llegó a su punto álgido en los veranos de 1881 y 1882, con la presencia de los reyes, la Corte y el Gobierno. El 6 de septiembre de 1981 se llegó a celebrar en la villa un Consejo de Ministros.
Información obtenida de la página oficial de turismo de Cantabria.